La unión hace la fuerza

Acabada la temporada, llega la hora de hacer balance y de repasar todo lo acontecido. Se sacan conclusiones y reflexiones sobre todo lo que ha pasado y se produce un vacío baloncestísitico o mejor dicho un bajón en el movimiento de la canasta. Y es que otra vez, este verano va a ser movidito sobretodo en el mundo ADEPAL donde tantas noticias se van a producir. La plaza conseguida en liga EBA traerá mucha cola y veremos si alguna consecuencia. No es momento de especular, ni de señalar a nadie, es momento de que el baloncesto de Alcázar esté unido, y no se desuna como algunos quieren hacer. Ya que la plaza es del Ayuntamiento de Alcázar esperemos que sea él, en la persona de su alcalde, el que apueste por la unión del baloncesto, como ya hizo proponiendo la fusión de Grupo76 y Al-Kasar y también esperemos que cuente con la gente para la que pedía el aplauso hace pocas fechas en la V Gala de la FBCLM: con esa gente que trabaja por el baloncesto gratuitamente dedicando su esfuerzo su trabajo y su tiempo libre por hacer algo que le gusta. Esa es la gente que ha mantenido el baloncesto a flote en Alcázar. Porque que a nadie se le olvide que baloncesto y del bueno siempre ha habido en nuestra ciudad. Equipos como Renfe, Balmes, García Baquero u otros estuvieron arriba pero fracasaron. Y la cantera nunca se ha perdido gracias al Grupo 76, gracias a esa gente que ha trabajado siempre y trabaja por amor al arte, al baloncesto en este caso. Esa gente, no quiere palmaditas en la espalda, esa gente lo que quiere, lo que queremos es que se respete el trabajo realizado y que no se pierda por culpa de intereses personales, de ataduras que impiden tirar de la manta, de cosas que a nosotros ni nos van ni nos viene, simplemente nos da igual. Nosotros lo que queremos es BA LON CES TO.



Un baloncesto, que empieza desde abajo. Desde la cantera. Desde la Escuela de Baloncesto que alberga a mas de 180 niños y niñas que aprenden valores por medio de un deporte. Niños que se educan y que aprenden gracias al esfuerzo y a la dedicación de mucha gente que deja su tiempo por ellos, por los mas pequeños. Y es que son los más pequeños los protagonistas. Los que levantan esto. No son los mayores que anteponen sus intereses personales a los intereses de los niños. Decía el director de la EMB en la fiesta del baloncesto, Javi Úbeda que pide perdón por los errores cometidos y que espera que el año que viene se solucionen las cosas. Esperemos que así sea y que quien se dedica a malmeter o a hablar mal del trabajo de la escuela sea capaz por una vez de mirar por los protagonistas de esto que son los niños. Esperemos que el año que viene no se queden chicos de 6 y 7 años sin jugar por el plantón de otros equipos, esperemos que los que dicen haber estado siempre en este deporte tengan sentido general y no particular y apoyen y ofrezcan algo si pueden hacerlo, o si quieren claro. Porque el triunfo de la cantera no es el que gane uno o otro, no es el que se gane o el que se pierda, el triunfo de la cantera es que esté unida y el que haya mucha cantera practicando un deporte, el que sea. Es muy triste creanme, que alguien que dice que trabaja por este deporte prefiera abogar por sus intereses personales antes que por los de la gran mayoría de niños y niñas que quieren jugar un sábado por la mañana. Sí, jugar, reir y divertirse. Nosotros, los que trabajamos con ellos tenemos esa responsabilidad, ese objetivo de hacer que los niños aprendan y se diviertan. No otra.


Y es que este es el problema no ya de nuestro baloncesto sino de Alcázar en general. Somos una ciudad que no apoya. Que destruye lo suyo. Si sale un cantante decimos que es muy malo y que donde va, si sale un equipo de baloncesto y no asciende decimos que se vayan y que no vuelvan, si hay alguien que tiene una buena idea se le machaca y se le critica. Aquí no remamos juntos, aquí buscamos egos personales, buscamos el ser superior a otro y nos encontramos con ser eso, con ser estúpidos. De todo esto se aprovechan aquellos que quieren destruirnos, los que ponen a prueba nuestra confianza lanzando cosas al aire para ver quien las recoge.

Con todo esto quiero ir a parar a una sola cosa. La familia del baloncesto, la formamos mucha gente y esa familia tiene que estar unida. Los acontecimientos han demostrado que en esta familia se ha introducido o se quiere introducir algún que otro punto negro y por lo que sea, ese punto no se puede eliminar. El resto de la familia se tiene que hacer grande y estar unida, a las duras y a las maduras, para lo bueno y para lo malo, para todo. Porque la unión hace la fuerza.