jueves, 24 de noviembre de 2011

Cuando se pierde la ilusión

Y dijo basta. Paco Romero se ha cansado de entrenar al primer equipo del club. Cansado suena fuerte, pero “perder la ilusión” es aun más preocupante. Es el principal motivo para que un deportista deje su actividad en cualquiera de sus facetas. Por eso y bajo mi punto de vista con buen criterio, Paco da un paso atrás antes de que el problema vaya a más. Lo hace con el equipo arriba, con tan solo una derrota. Un buen colchón para su sustituto. Con la excusa, o no, del mal juego pero con un cansancio y una pérdida de ilusión que conociendo a Paco tras cuatros años muy ligados a él tienen seguro una explicación.

A Paco se le debe juzgar por lo que ha hecho. Y a Paco se le deberá juzgar con perspectiva. Analizando todo lo que ha aportado a este equipo y viendo por supuesto, los fallos que haya tenido para que los siguientes los conozcan y no los cometan.

Dato objetivo es que Paco Romero no pasará a la historia por ser el entrenador que otra vez ascendiera al primer equipo a Nacional. Pero si lo hará por ser el entrenador que por primera vez consiguiera un título para nuestro senior masculino. También objetivo y va por delante en todos los entrenadores del club es su predisposición y su trabajo irreprochable por acudir a la llamada de un club amateur. Pero que compite y que por ello autoerige un compromiso unas ventajas y unas desventajas.

Paco tuvo valor para coger un equipo de los llamados “marrón”. A todos nos hace ilusión entrenar a un equipo senior, pero a todos nos complica la vida. Partiendo de la base de que todos los jugadores son egoístas, a los equipos senior hay que añadirle que comparten vestuario más de un entrenador, concretamente todos los jugadores y todo el que pasa por ahí. Con eso ha lidiado Paco, tomando decisiones importantes para el futuro del equipo, pensando en él, en el club. A nadie se le puede olvidar que el dio la oportunidad de volver al equipo a Chule, que había salido por la puerta de atrás un año antes. Ni a nadie se le puede olvidar que él apostó por Miguel Vela o por Javi Conde, en su día mejores jugadores de Castilla La Mancha pero que llevaban años en blanco. Y él quiso a toda costa continuar con esos jugadores cuando llegó Samir, prescindiendo de Jesús Vela, una institución del club. Fueron muchas las voces autorizadas que dijeron y le dijeron que era un error dejar en el equipo a jugadores como Javi y Miguelito.

Pero a ese “error” Paco le llama apuesta y proyecto. El proyecto de un equipo joven, con cualidades y con ambición. Equipo con recorrido y para muchos años de buenos augurios. El se ha atrevido a bajar la media de edad del equipo y dejar preparado para el presente y futuro a un grupo llamado a dar muchas alegrías. Eso lo ha hecho Paco Romero.

El se ha comido el “marrón” de entrenar a todos esos jugadores. Durante todo el verano pasado y aunque él no lo diga, no lo sepa o no lo quiera saber, a Paco se le pusieron muchas trabas para continuar en el equipo: desde saber que había jugadores que no confiaban en él, hasta aguantar insinuaciones y continuas inquietudes con su continuidad. Aunque se diga que es complicado encontrar entrenador para un equipo senior, fueron varias las novias que rondaron y se interesaron.

Tras mucho pensarlo y creo que acertadamente, Paco siguió como entrenador, por una razón muy clara: era su proyecto. El lo había empezado y el lo tenía que continuar. El miedo a que el equipo retrocediera se impuso y pese a las dudas, se comenzó la temporada.

Y lo hizo no sin problemas, con una situación interna que ha condicionado mucho las primeras semanas de competición. Una herida que todavía no está cerrada y que Paco ha sufrido como máximo representante. Con la incertidumbre de no saber que va a pasar al día siguiente, con la inseguridad propia de estar en medio de una situación en la que poco puede hacer.

Hasta que ha perdido la ilusión. Quizás víctima de su creación, pero sin rencor, tal y como afirma en su carta de despedida. Con la seguridad de haber disfrutado y haber aprendido mucho en esta etapa.

Lo fácil es decir que Paco no ponía sus partes encima de la mesa de forma vehemente. Lo repetido es que se le escapaba pedir un tiempo muerto a tiempo o que no era capaz de frenar el egoísmo en determinados momentos de sus jugadores. La crítica es libre. La opinión también.

La mia no es objetiva, como nada en este mundo. La honestidad sí, y en eso Paco ha sido muy honesto. Al final en dejarlo, pero durante todo el tiempo siendo claro con los jugadores. A ninguno le ha gritado, pero si le ha dicho uno por uno lo que esperaba de él. Por eso ahora les vuelve a pedir que confíen en ellos mismos, pero que confíen también en su entrenador.

Yo siempre he creído en este proyecto. Y lo seguiré haciendo. Aunque sin su valedor. Ahora con Fernando, al que le deseo toda la suerte del mundo. Seguro que lo hace bien. Tiene ilusión, preparación y capacidad. Llega su momento y querrá aprovecharlo.

Respecto a Paco, el me ha dado muchas oportunidades en los últimos años. El ha sido mi compañero y mi amigo. Lo apoyaré siempre. El tuvo la valentía que otros no tuvieron. Gracias por todo Paco, hasta la próxima, hasta siempre.